El Botxo acoge en sus edificios una de las muestras más evidentes de su transformación. Con una ciudad tan antigua como Bilbao, sumergirse profundamente en su historia arquitectónica abre una directriz evolutiva desde su época más industrial hasta su apogeo como capital cultural.
Bilbao es una potencia cultural, se mire por donde se mire. Las ciudades cambian, evolucionan, se transforman. Es lo que le ha ocurrido a Bilbao, un claro ejemplo de reconversión urbanística. La capital de Bizkaia ha renacido de sus cenizas en todos los sentidos: ha dejado de ser una ciudad gris dedicada a la industria y se ha transformado en una urbe cosmopolita y de diseño. Durante los siglos XIX y XX Bilbao creció en torno a la industria -la siderurgia en especial- y la construcción naval. En la actualidad las calles de la ciudad nos regalan ejemplos magníficos de diversas escuelas y estilos, y alberga algunas de las arquitecturas modernas más llamativas de España. Desde la Torre Iberdrola hasta el emblemático Azkuna Zentroa, los fanáticos de la arquitectura no se sentirán decepcionados al recorrer la ciudad en busca de los edificios más modernos de la villa. Aquí, algunos ejemplos con datos curiosos que nadie querrá perderse.
*Biblioteca Foral de Bizkaia
Empezamos con la Biblioteca Foral de Bizkaia. De este edificio de cinco plantas llama la atención las 173 serigrafías escritas en lenguas de todo el mundo (desde el latín y el griego clásico hasta el swahili) que decoran su fachada acristalada. La Biblioteca Foral de Bizkaia, inaugurada en 2007, es un edificio de equipamiento cultural que ocupa una manzana completa de la trama urbana del Ensanche de Bilbao, entre las calles Diputación y Astarloa. El edificio original (1924), obra del arquitecto donostiarra Juan Carlos Guerra, se reforma íntegramente para ubicar las salas de lectura e investigación. Un segundo volumen de nueva construcción acoge las dependencias administrativas y técnicas. El tercer volumen, acristalado, encierra los archivos compactos de libros que exhiben su textura hacia la ciudad. Todo ello según el proyecto que resultó ganador en el concurso estatal convocado en 1999, redactado por los arquitectos Gloria Iriarte, Eduardo Múgica y Agustín de la Brena (IMB Arquitectos).
El palacio ha sido reformado en su totalidad y parcialmente reconstruido, para ubicar las salas de lectura e investigación equipadas con estanterías de los fondos bibliográficos de libre acceso que representan el 25% del total de los archivos. Los interiores han sido aligerados para conformar espacios diáfanos continuos. Las fachadas del contenedor de libros se retranquean a fin de potenciar el carácter de plaza en el cruce de las calles Arbieto y Diputación, hoy peatonalizadas. El acceso se ubica bajo el depósito de libros a través de un vestíbulo diáfano apto como espacio expositivo.

*Estadio San Mamés
Y qué decir del estadio, el Estadio San Mamés, fue galardonado como el mejor edificio deportivo del mundo en el evento ‘World Architecture Festival’ celebrado en Singapur. Diseñado por el arquitecto César Azkarate y construido por la ingeniería ACXT-IDOM, tiene una capacidad para 53.000 espectadores. La construcción del estadio supuso para el Athletic situarse entre los clubes con las mejores instalaciones deportivas del mundo. Este salto cualitativo ha provocado que San Mamés sea, sin discusión alguna, uno de los mejores campos que existen en la actualidad, al nivel del Amsterdam Arena, el Emirates Stadium, el Santiago Bernabéu o el Allianz Arena. Cuenta con el rango de estadio de Categoría 4, el máximo otorgado por la UEFA, por lo que puede ser sede de la Eurocopa de fútbol y albergar finales de la Liga Europea de la UEFA.

*Biblioteca Crai Deusto
Muy cerca del Guggenheim, nos encontramos con la Biblioteca Crai Deusto. La Biblioteca dispone de 1743 puestos de lectura distribuidos en salas de lectura, salas de trabajo en grupo, seminarios, talleres y cabinas de investigación. La Biblioteca de la Universidad de Deusto se emplaza en uno de los solares definidos en la urbanización de Abandoibarra siguiendo el proyecto del arquitecto Cesar Pelli. Difícil pensar en un mejor emplazamiento que éste. Los edificios de la Universidad de Deusto siempre han jugado un primordial papel en la configuración de la margen izquierda de la ría, dando así fé de la voluntad de servicio que la institución siempre tuvo para con la ciudad: desde hace más de cien años Deusto ha sido no sólo la cuna de numerosos profesionales bilbaínos, sino también singular protagonista de la vida cultural de la ciudad; de ahí que, a nadie sorprenda la importancia que los edificios de Deusto tienen en el ámbito de la ría.

*Azkuna Zentroa
Uno de los edificios más famosos es Azkuna Zentroa, majestuoso almacén de vinos de estilo modernista, obra del arquitecto Ricardo Bastida, fue recuperado gracias a un ambicioso proyecto del Ayuntamiento de Bilbao que lleva la firma del polifacético Philippe Starck. Los inicios del edificio que hoy conocemos como el Azkuna se remontan a 1905. Recién estrenado el nuevo siglo, la ciudad de Bilbao seguía creciendo impulsada por la Revolución Industrial y el crecimiento que la misma significaba. Así, un joven arquitecto, Ricardo Bastida, a quien le debemos en la actualidad el desarrollo del área metropolitana de Bilbao, fue el encargado de diseñar y construir en el nuevo Ensanche de Albia una nueva alhóndiga.
Las alhóndigas no eran sino edificios destinados a almacenar y, en ocasiones a vender productos como el grano o los cereales. En este caso, la alhóndiga de Bilbao tenía como misión actuar como almacén de vino. En 1909 y en apenas cuatro años, la alhóndiga de Bilbao ya estaba en pleno funcionamiento. Además de los más de 12.000 visitantes que cada día recibe de media el centro y de un equipo humano de espíritu incansable entregado con el proyecto, 43 pilares sostienen los tres edificios que alberga el centro. Según su creador, el escenógrafo italiano Lorenzo Baraldi, simbolizan «los millones de columnas y la infinidad de culturas, arquitecturas, guerras y religiones que han atravesado al hombre a lo largo de la historia».

*Torre Iberdrola
La Torre Iberdrola es un edificio que forma parte del proyecto para la revitalización del área de Abandoibarra convirtiéndose, con sus 165 metros, en la construcción de mayor altura en la ciudad. “Simple, elegante, ecológica y sostenible”. Así define el arquitecto César Pelli (Pelli-Clarke-Pelli Architects) su diseño, desarrollado en colaboración con el estudio Ortiz-León Arquitectos. La torre, inaugurada en 2011, se asienta en la antigua Campa de los Ingleses y está flanqueada por dos edificios residenciales de menor altura, formando parte de la configuración de la Plaza Euskadi.
Su volumetría tiene forma de prisma triangular con caras curvas levemente inclinadas hacia el cielo, potenciando aún más su verticalidad y favoreciendo asimismo su estabilidad. Con su emplazamiento la torre remata el eje urbano de la diagonal de la calle Elcano, dando fondo a la Plaza Euskadi hacia la que se abre asomándose entre los dos edificios que la flanquean, a través del amplio espacio acristalado de acceso. Este volumen que envuelve el vestíbulo, de formas expresionistas, contrasta con la volumetría limpia y clara de la edificación: un prisma triangular con caras curvas que se adelgaza levemente hacia el cielo y se apoya sobre el manto verde que lo circunda. Las proyecciones de las aristas de este prisma se unirían simbólicamente a una altura de 1.000 metros.
La torre se estructura en tres zonas diferenciadas en altura. Una superior, destinada a las oficinas corporativas de Iberdrola (25% de la superficie); una intermedia, destinada a oficinas de alquiler (75% de la superficie); una inferior, destinada a cafetería, restaurante y centro de negocios. A su vez la torre cuenta con cuatro plantas mecánicas de instalaciones y plantas de aparcamiento. El vestíbulo de entrada tiene una superficie de 2.770 m2 y una altura de 10 metros en su punto más alto, incluyendo una zona ajardinada. La estructura está formada por un núcleo central, unos soportes circulares en el contorno exterior y unos forjados de losa maciza. Ese núcleo central contiene las baterías de ascensores (3 grupos), zonas de servicios y elementos de comunicación vertical de las instalaciones. Sus muros de hormigón armado se han ejecutado con sistema de encofrado auto-trepante.

*La sede de Osakidetza
Este edificio es la nueva sede del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y se levanta en un solar liberado dentro del ámbito del segundo Ensanche bilbaíno, en la Alameda de Rekalde 39, con la intención de agrupar servicios diseminados en diferentes lugares de la ciudad. El proyecto fue desarrollado por el estudio Coll Barreu Arquitectos y las obras concluyeron en 2008. Agrupa los locales de servicio y las comunicaciones verticales en un núcleo adosado a la medianera más larga, generando siete plantas diáfanas de oficinas. En el sótano se ubican tres plantas de aparcamiento, cuyo acceso rodado se realiza a través de un monta-coches. Sobre ellas se ubican siete plantas de oficinas y dos plantas más destinadas a locales representativos e institucionales. La sala de consejos ocupa la doble altura del torreón. El salón de actos se sitúa en el primer sótano.
Una doble envolvente resuelve no solo los requerimientos urbanísticos sino también los energéticos, los de resistencia al fuego del edificio y el aislamiento acústico del exterior. Los pliegues de la fachada generan visuales múltiples desde el interior hacia el exterior. El beneficio climático que se obtiene con la doble envolvente permite eliminar el aire acondicionado tradicionalmente entendido y, con ello, los falsos techos de las oficinas. Así se minimiza el sonido generado por el edificio, se mejoran las condiciones de higiene laboral al desaparecer la recirculación del aire y se reduce el volumen ocupado por cada planta construida, con el consiguiente ahorro económico en la construcción. Los pliegues de la fachada generan visuales múltiples desde el interior hacia las calles que se cruzan y, desde las últimas plantas, hacia el paisaje que circunda la ciudad. Son un mecanismo para incorporar el vitalismo urbano en el interior del edificio. El lugar de trabajo disfruta del volumen permeable de la fachada, a través del cual el edificio respira y produce el intercambio espacial entre el interior y el exterior.

*Frontón Bizkaia
Continuamos con el frontón más grande de Euskadi, Frontón Bizkaia. Concebido como un gran volumen compacto de pizarra negra, esta nueva infraestructura reúne tres instalaciones en un mismo edificio. El frontón Bizkaia es un edificio de uso deportivo, para el juego de la pelota vasca, situado en el límite de la ciudad, en el barrio de Miribilla, en la calle Luis de Castresana 2. Debido a su emplazamiento y a su carácter de equipamiento territorial se plantea como un gran volumen compacto, sobrio y rotundo que le otorga la solemnidad propia del uso que alberga, al estar llamado a ser el Centro de la Pelota Vasca. Inaugurado en 2011 según proyecto de los arquitectos Javier Gastón, David Gastón y Marcelo Ruiz. La geometría del edificio se ve interrumpida por perforaciones que permiten la entrada de luz y, asimismo, se convierten en fuentes de luz hacia el exterior haciendo intuir su actividad.
El resultado es un gran monolito negro, un hito en la periferia urbana de Bilbao. El edificio se ha situado en la parcela permitiendo la generación de un amplio espacio exterior abierto a la avenida, antesala al vestíbulo de acceso a los frontones.Interiormente se divide en dos zonas según su uso: el administrativo (kiroletxea) y el deportivo (canchas). El espacio interior se desarrolla a partir de los grandes vacíos de las pistas en torno a los cuales se organiza un sistema de circulaciones, gradas y espacios de estancia y espera, un espacio abierto y conectado que oscila entre la compresión de las zonas de paso y la dilatación de las zonas de estancia. La sobriedad del exterior contrasta con la complejidad geométrica interior provocada por la disposición de los planos inclinados de las gradas y la utilización del color y la luz natural. La estructura de hormigón armado es protagonista del espacio interior. Se muestra con honestidad y no se recubre. Su rotundidad se ve suavizada por el aporte de luz natural desde la cubierta, luz natural indirecta y dirigida hacia las canchas, dejando a los espectadores en un segundo plano. Las canchas adquieren por tanto un carácter teatral, un dramatismo propio de la tradición del juego de la pelota vasca.
«Publisuites»
