ILOVESCULPTURE , la ruta de las esculturas desde Zorrozaurre hasta el puente de Cantalojas
La villa de Bilbao reúne en sus calles una amplia colección de esculturas urbanas, desde el estilo más clásico al más vanguardista, que no te puedes perder.
Nuestro recorrido arranca en la grúa Carola, situada sobre el muelle Ramón de La Sota, junto al puente Euskalduna, y sigue por el homenaje a los hermanos Tonetti y la obra “Lectora”, ambas en el parque de Doña Casilda.
La siguientes propuestas son una obra de Eduardo Chillida, “Begirari IV”, en el Parque de la Ribera, y, muy próxima a la misma, la araña que custodia el museo Guggenheim, de nombre “Madre en la niebla”, y firmada por Louise Bourgeois.
Cerca de la plaza Indautxu, en la calle Manuel Allende, encontramos el “Piropo” de Juan Echegoien, y bajando de nuevo a la Gran Vía, junto al edificio de la Diputación, “El paseante” de José Ramón Gómez.
Si te acercas a la calle Ibáñez de Bilbao, encontrarás el “Cubo sin título” de Primitivo González, de hierro pintado abierto, en el que dos diagonales parecen sostener sus paredes.
Junto al edificio del ayuntamiento, algunos bilbaínos creen estar viendo «una txapela de medio lado», pero la escultura de Jorge Oteiza “Variante Ovoide” es una reproducción del análisis del vacío del artista.
Finalmente, te proponemos “La exorcista” de Manolo Valdés, situada en el puente de Cantalojas, y forma parte de una serie de «esculturas habladoras» realizada en colaboración con el escritor Mario Vargas Llosa.