San Valentín es todo el año, eso lo sabemos todos. ¿Pero sabes cuales son los pueblos más románticos cerca de Bilbao para celebrar un día especial con tu pareja? Te acercamos a los pueblos más especiales para que organices tu escapada ese día especial ( o cuando quieras)a menos de dos horas de Bilbao.
1 – Laguardia
Una villa medieval, situada en lo alto de una colina, rodeada de viñedos. Lo forman tres calles principales, estrechas y alargadas, que atraviesan la población de norte a sur. Se unen entre ellas por callejas o plazas y la población se ciñe con una monumental muralla. Pierdete entre las mismas y busca alguna bodega tradicional, ¡los calados más antiguos se encuentran bajo tierra! Allí podrás hacer una cata y almorzar un menú riojano bajo la luz de los faroles y las velas. ¡Laguardia solo está a 1h30min de Bilbao!

2 – Santillana del Mar
El pueblo de las tres mentiras: No es santa, ni es llana, ni tiene mar. Dicho así, no suena muy romántico. Pero la realidad es que, pasear en pareja por esta villa llena de historia es una experiencia inolvidable. Lo principal que ver en Santillana del Mar es la Colegiata de Santa Juliana, el Palacio de los Belardes, la Casa de los Tagle y las cercanas Cuevas de Altamira. Pasear por las calles medievales de Santillana de Mar y disfrutrar de su gastronomia en pareja, es un planazo para San Valentín. No te olvides de probar los sobaos pasiegos, ¡una auténtica delicia!

3 – Biarritz
La elegancia francesa está mucho más cerca de lo que te imaginas. A menos de dos horas de Bilbao se encuentra Biarritz, la ciudad «chic» del sur de Francia. Fue un antiguo pueblo de pescadores de ballenas, hasta que en el siglo XIX los médicos comenzaron a recomendar los baños de mar allí, por sus propiedades terapéuticas. Esto atrajo a la mismísima emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo (de origen español), que se enamoró de este lugar. A partir de entonces, Biarritz se convirtió en la cita obligada de veraneo de toda la nobleza europea. Muchos de los hoteles de la zona, mantienen la tradición de la talasoterapia, perfecto para darse un capricho en San Valentín y reservar un circuito de aguas termales en pareja.

4 – Potes
Fue la Capital del Turismo Rural 2020, es perfecta para una escapada en pareja desde Bilbao. Tras atravesar el increíble desfiladero de la Hermida, y a los pies de los Picos de Europa, este pequeño pueblo tradicional cántabro es ideal para pasear y perderse por sus calles sin prisa. Si os gusta el senderismo, podéis acercaros al impactante Teleférico de Fuente Dé y ascender para hacer una de las rutas más impresionantes del norte de España. Si prefieres relajarte, puedes tomarte un cocido lebaniego en cualquiera de los restaurantes tradicionales de la zona. ¡Que aproveche!

5 – Zugarramurdi
Si buscas una escapada diferente, llena de magia y misterio, tienes que visitar el pueblo de las brujas, Zugarramurdi. Localizado en la frontera con Francia, en el centro de un impresionante valle verde, se esconde la Cueva de las Brujas, dónde se dice, se hacían antiguamente los akelarres. Pasear por sus calles con sus casas blancas y rojas al más estilo vasco francés es toda una experiencia para celebrar el amor.

6 – Comillas
Comillas es, sin duda alguna, una de las localidades más hermosas y conocidas de Cantabria, un conjunto arquitectónico magnífico enmarcado por un entorno natural y paisajístico de excepción.Sin duda, los más ilustres veraneos de Comillas fueron los llevados a cabo, en el siglo XIX por el rey Alfonso XII. Con el tiempo la más variopinta nobleza fue eligiendo la villa como lugar de reposo, atraída por sus maravillosas playas donde se practicaban los famosos baños de ola. Las playas de Comillas continúan atrayendo al turismo, sus limpias aguas que rompen, sus recoletas calas y la belleza de estos paisajes litorales sitúan a Comillas en una de las poblaciones costeras más atractivas del cantábrico. Una escapada perfecta para desconectar de la ciudad en un sitio idílico.

7- Ainhoa
Ubicada entre el valle del Nive y la frontera con Navarra, Ainhoa está reconocida como uno de los pueblos más hermosos de Francia. Esta villa medieval, concebida en el siglo XII para dar cobijo a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela, fusiona el verdor de sus colinas con el blanco y rojo característico de las fachadas de sus antiguas edificaciones. Construida en forma de bastida, cuenta con una única calle principal, flanqueada por casas de estilo labortano que datan del siglo XVII y comienzos del XVIII.
El centro del pueblo gira en torno a su plaza, donde se encuentran el frontón y la iglesia. Para conocer Ainhoa en profundidad, vale la pena aventurarse más allá de la arteria principal y descubrir la parte trasera de las viviendas, donde se ocultan encantadores jardines y frondosas huertas. Además, un estrecho sendero atraviesa toda esta zona, ofreciendo una perspectiva única del lugar. Perfecto para una escapada romantica en San Valentin.

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