Harakirina es el alias de Iria Onieva, una artista visual con base en Vigo. Milenial de libro, la gallega es autodidacta, utiliza las redes para difundir su trabajo y es heredera. del DIY, ya que ejerce como modelo, directora de arte y fotógrafa. Se considera fotógrafa, pero es mucho más que eso.
Su obra fusiona fotografía e instalación, en un proceso creativo donde comienza componiendo y diseñando sets con objetos, telas o antigüedades que colecciona o que ella misma ha restaurado.
Estos sets cuentan una historia, una situación melancólica incluso decadente, que Harakinira suaviza a través del uso de la iluminación, una luz rosa neón que inunda la imagen y que nos transporta a la ciudad de Las Vegas o a un universo kitsch cibernético. El resultado final, son imágenes que beben directamente del vaporwave, que podemos apreciar en la nostalgia por los objetos y estética retro, el cyberpunk o influencias del Glitch Art.
En estos últimos años ha trabajado entre Madrid y Barcelona, colaborando para diferentes revistas y artistas que han querido retratarse bajo el filtro de Harakirina. La Goony Chonga o Pedro La Droga, han contado con esta artista para crear la dirección de arte y fotografía de sus videoclips. Esta fotógrafa además actúa como diseñadora, estilista y posa como modelo, con su trabajo, asimismo, bucea en una de las narrativas más constantes del arte contemporáneo, la fina división entre la intimidad, lo privado y lo público. Por eso la mayoría de sus fotografías están tomadas en su propio dormitorio, un espacio íntimo a priori que convierte en un escaparate hacia el exterior con luces de neón, maquillaje dark y ambiente metálico.
Se declara disidente de la moral impuesta, la realidad creada por el sistema, el machismo enraizado en la realidad, los cánones de la belleza fascista, los roles de género, y todo lo normativo que juzga y castiga otras formas de ser, pensamiento, cuerpos, sexualidad o prácticas no comprendidas y castigadas por el sistema y los gobiernos.