El pulmón de 671 metros de altitud situado en pleno macizo de Ganekogorta esconde una riqueza natural que, en ocasiones, pasa desapercibida al paseante.
Pagasarri viene de dos palabras en euskera: Pagoa que significa Haya y Sarri que es denso, tupido. Es fácil imaginar de qué estaba cubierto este monte en los tiempos antiguos ya que, por motivos de deforestación e incendios que sufrió este monte, ofrecía un paisaje desolador. Pero a mediados del siglo XIX se volvió a repoblar con árboles de la especie pino insigne.
Nuestro recorrido arranca en la plaza Zabalburu, ubicada junto a la estación de Renfe, y asciende por la calle Juan de Garay y la Avenida de San Adrián. Cruzamos el puente con el que nos encontramos y atravesamos la autopista. De este modo, alcanzamos el edificio de Iberdrola. Después de rodearlo por la derecha, tomamos el Camino Larraskitu. Tras caminar 300 metros por la pista asfaltada, recomendamos seguir el llamado Camino Pagasarri, y disfrutar del recorrido completo. A continuación, pasamos frente al Bar Athletic, y, más adelante, encontramos un merendero, junto con un panel informativo.
Siguiendo el camino, y tras 45 minutos desde el inicio de la ruta, llegamos a una barrera que impide el acceso a los vehículos. ¡Comienza el ascenso! En el camino, nos encontramos con la Fuente de Zapaburu y, más adelante, llegamos a un cruce que ofrece tres rutas; la más suave (a la derecha); la del centro (que arranca en unas escaleras), la más rápida, pero físicamente la más exigente; y la de la izquierda, la más larga y la menos frecuentada. Una vez alcanzada la campa, para hacer cima, hay que subir un montículo situado detrás del bar. En total, la ascensión ronda la hora y media.
Un recorrido por el monte Pagasarri es pasear por la naturaleza en sus diferentes expresiones, podrás caminar por verdes senderos, explorar cavernas de piedra caliza y para disfrutar de las varias especies de animales y vegetales. Desde su cima las vistas de la ciudad y si el clima es favorable se divisa desde el monte Durangaldea y Sierra Sálvada hasta el estuario el Abra.
Sobre el Pagasarri se puede caminar, pasear en bicicleta y escalar, para llegar al refugio que fue remodelado hace poco tiempo y ofrece a los excursionistas un ambiente cálido para recuperar fuerzas, abrigados del frío o refrescándose si hace calor.
Y si la idea no es subir, en la falda del Monte Pagasarri descubrirá los núcleos rurales de San Justo, San Roque y Sebertxe, en especial este último, de típica construcción vasca e impresionantes tesoros arquitectónicos como el caserío de Asua construido en el siglo XVI, un lavadero y un palacio de estilo barroco y la casa solariega Zeberitxa que se alza junto a la antigua calzada de entrada a Bilbao y fue declarada Monumento Nacional en el año 1980. Un plan perfecto para estos días.