El holandés Jacco Gardner actuará en agosto en la sala Back and stage, a rebufo de las muy buenas sensaciones que dejó a principios de este año la gira de presentación de su segundo disco, «Hypnophobia», que salió en mayo de 2015.
Así que toca segundo asalto.
Tres sesiones de pop barroco y psicodélico donde Gardner engarzará el Verano del Amor (aunque él nació veintiún años después) con la época en que vivimos. De él puede decirse que ha revolucionado el patio europeo del pop vintage, o que anda en ello y está sacando muy buena nota.
Empezó a hacerlo con su primer LP, “Cabinets Of Curiosities” (2013), doce canciones registradas en su estudio casero, ejerciendo de productor y tocando todos los instrumentos (excepto la batería). Aunque cuando se lanza a la carretera olvida esa mentalidad tan «hazlo tú mismo» y se hace acompañar de una banda fetén y en su misma onda. Más evocador que inventor, lo suyo es sugerir viajes en el tiempo. Su estación de llegada está adornada con arreglos con brío y luce unas armonías donde el espíritu de los Beach Boys ejerce de pared maestra. Es fácil pensar en Syd Barret y en Kevin Ayers al escucharlo. También en The Left Banke. Por suerte, más allá del arco iris nostálgico, el holandés aporta mucha resonancia emocional que le sale de dentro, con una reverencias melancólicas que van creciendo, en plan mantra. Con «Hypnophobia» ha continuado atravesando esos relucientes túneles psicodélicos que empezó a construir con su antecesor.