Coexiste con electrodomésticos de los 90, y aunque ha servido para inspirar los diseños la prestigiosa firma APPLE, la realidad es que huye de ordenadores y… tecnologías que le distraigan de sus principales aficiones, como es dedicar tiempo a sus bonsáis o estirar la espalda nadando.
El 20 de mayo de 1932 nació Dieter Rams, alemán afincado en Kronberg, una localidad que no llega a 20.000 habitantes, ubicada en el estado de Hesse (Alemania). La única pantalla que hay en su salón es, de hecho, la de un viejo televisor Braun de 1980. Visionario y por ello leyenda, Rams no es amigo consumo masivo y defiende la sostenibilidad como modo de vida. “Me imagino que nuestra situación actual hará que las generaciones futuras se estremezcan ante la falta de reflexión en la forma en que hoy llenamos nuestros hogares, ciudades y paisajes con un caos de basura desordenada”, reflexionaba en 1976 en Nueva York.
Explica su visión y aproximación al diseño mediante su famoso paradigma expresado por la frase en alemán: “Weniger, aber besser” que interpretada al español equivaldría a la frase “Menos, pero con mejor ejecución” Influenciado por su abuelo y su profesión de ebanista, se formó en los años de posguerra. Una vez finalizado su ciclo de formación, animado por su entorno solicitó un puesto de trabajo en la empresa de productos eléctricos Braun. Convirtiéndose años más tarde en responsable del departamento de diseño -desde 1961 hasta 1995- y a delimitar las ideas e intenciones de Braun frente al mercado, a pesar de que su función a desarrollar en sus inicios era meramente de interiorista.
Suyo y de su equipo son diseños tan aclamados como el grabador-reproductor SK-4 y el proyector de diapositivas 35mm de alta calidad D45, D46. Muchos de sus diseños ( Elegantes cafeteras, calculadoras, radios, equipamiento audiovisual, electrodomésticos de consumo, y productos de oficina) han sido expuestos en diversos museos del mundo, como el MoMA de Nueva York. Para algunos su diseño del Sistema de Estanterías Universal 606, para Vitsœ en 1960 forma parte de su marcada personalidad, y fue toda una declaración de intenciones en lo que a su visión del mundo se refiere. Rams delimitó 10 principios del buen diseño, y con ellos aboga por lo que él entiende como el perfecto sistema de creación de cualquiera de sus obras, ya lo advertía en 1971 “Una cosa solo puede ser bella si también está bien hecha”.
Completamente consciente de su influencia en Apple, el diseñador no tiene malas palabras para la multinacional “siempre he observado que un buen diseño normalmente solo puede surgir si existe una relación sólida entre un empresario y el jefe de diseño. En Apple existe esta situación, entre Steve Jobs y Jony Ive. […] Me fascina ver los últimos productos de Apple. Ha logrado alcanzar lo que yo nunca logré: usar el poder de sus productos para persuadir a la gente a hacer cola para comprarlos. Para mí, que he tenido que hacer cola para recibir comida al final de la Segunda Guerra Mundial, eso supone todo un cambio”. Y es que finalmente entre gigantes se entienden.