En la ribera izquierda de la desembocadura del río Duero, al norte de Portugal, amada y odiada a partes iguales por quienes la visitan, se encuentra Oporto, una ciudad de 220.000 habitantes llena de historia y tradición. Si te preguntas cuántos días se necesitan para ver y disfrutar de esta ciudad, te dejamos nuestra propuesta para pasar 48h y ver todo lo imprescindible de una forma cómoda:

Primer contacto con la ciudad: Un buen punto de partida para conocer Oporto puede ser la Avenida de los Aliados. Situada en pleno centro, esta calle está repleta de edificios modernistas entre los que se incluye el Ayuntamiento. Dejándolo atrás, llegaremos hasta la Plaza de la Libertad, la plaza más importante de Oporto, presidida por una estatua del Rey Pedro IV. No dejes de investigar el interior de la cercana Estación de trenes San Bento. Su hall decorado con más de 20.000 azulejos en los que se relata la historia de Portugal te dejará impactado. Para finalizar el primer contacto con la ciudad, terminaremos el día con un paseo por la zona de Ribeira, la zona más especial de la ciudad, donde encontraremos decenas de restaurantes con terraza en los que degustar platos típicos portugueses mientras observáis el Duero, las bodegas y el Puente de Luis I.
Una jornada completa: Comenzamos la jornada tras un buen desayuno, con el ascenso a la Torre de los Clérigos y sus 200 escalones para disfrutar de las vistas de uno de los puntos más importantes de la ciudad. Muy cerca de aquí, podemos acercarnos a una de las librerías más famosas del mundo, la cual se dice, inspiró a la escritora de Harry Potter en sus libros: Librería Lello.

Para llegar a nuestra siguiente parada, disfrutaremos de un viaje en el clásico tranvía 22 que nos dejará junto a la Iglesia de Nuestra Señora do Carmo, aunque también recomendamos llegar hasta la última parada para disfrutar de la Iglesia de San Ildefonso con su peculiar fachada decorada con cientos de azulejos azules y blancos (también podemos visitar la Capilla de las Almas con esta misma decoración).
Paseando por la Rua Santa Catarina, una de las principales arterias comerciales de la ciudad, encontraremos a mano derecha el Café Majestic, un elegante café de los años 20 donde tomar algo y disfrutar de su ambiente histórico. Así llegaremos a un lugar donde parece que no ha pasado el tiempo: el Mercado do Bolhao, donde montones de vendedores exponen sus frutas y verduras.
Si aún tienes tiempo y ganas, puedes aprovechar para visitar la Catedral. La mejor forma de subir hasta ella es tomar el funicular al final de Cais da Ribeira, y disfrutar de un bonito atardecer desde el Miradouro dos Grilos.

Últimas horas en al ciudad: Uno de los imprescindibles en Oporto que no puedes dejar de lado es cruzar el imponente Puente de Luis I hasta Vila Nova de Gaia, localidad vecina de Oporto donde están situadas las bodegas de vino de Oporto. Allí podrás realizar diferentes catas de vino, e incluso tomar un crucero muy especial por los 6 puentes que cruzan el río Duero a su paso por la ciudad. Sin duda, es la ciudad perfecta para una escapada en pareja, en familia o con amigos, con vuelos directos económicos desde Bilbao y apta para todos los bolsillos.
¿Oporto o Lisboa? Tú decides.