Lisboa ya no está en auge, simplemente toca la cima objetivamente hablando, y su “hermano” Oporto sigue sus pasos a ritmo frenético.
Pero Portugal ya no es a términos turísticos la cuna de las conservas o el bacalao en todas sus versiones, ahora también nos quiere enseñar su lado más coqueto y es que lleva enredando con la moda mucho tiempo, solo que nos habíamos ido por los cerros de Úbeda, porque al final esa “decadencia natural” absorbe a cualquier turista, y es complicado no prestar toda la atención a su vinho verde o a sus calles con mil opciones para perderse. La moda en Portugal, como en cualquier país no es más que un reflejo artístico de lo que sus artistas respiran; si bien Francia nos muestra desde hace siglos que no se baja de la carroza, del mismo modo que Dinamarca hace manifiestos con la misma disciplina con su clara oda al diseño escandinavo, Portugal se muestra fresco y efervescente, huyendo de convencionalismos y con su sello lusitano.
No en vano tienen dos pasarelas de moda que lo convierte en grandes escaparates al mundo Moda Lisboa y Portugal fashion week (Oporto). Con el código del país, +351 y cosechando un gran éxito, Ana Costa muestra en su colección parte de ella y de sus experiencias vitales en Lisboa, expresando golpe de puntadas lo que para ella significa su vida ahí, con una máxima minimalista y juvenil, viste a los portugueses y ellos se dejan convencer.
+351 fabrica todas sus prendas a nivel local, sin renunciar a los más altos estándares de calidad de la industria textil de Portugal. Juega en cada colección con diferentes formas y tejidos haciendo uso de distintas formas y mezclas de texturas. El 3D acapara las miradas a su colección, porque el relieve forma parte de ella tanto como el mar a Lisboa.
OPIAR, marca destacada por su uso unisex, que escapa de convencionalismos y tiene un mensaje claro, no se rinde a estereotipos y quiere mostrar como las bases genéricas de la moda, pueden moldearse y el uso de una prenda no enfocarse a un sexo, clase social o cultura. La fórmula se centra en las telas y en su particular visión de lo estético, convirtiendo algo simple y sencillo en piezas exclusivas y originales.
RITA CARVALHO y sus volantes, Carolina Raquely su pragmatismo o Cantê Lisboa y sus estampados que huelen a verano, podrían ocupar hojas y hojas, porque si algo es Portugal, es infinito.