Durante más de mil años, el Camino de Santiago ha conducido a los peregrinos hasta el santuario del apóstol Santiago. Su tumba, descubierta una noche del… 813 en el monte sagrado del Libredón sería la primera piedra de la gran Catedral y de una ciudad que, desde entonces, atraería a miles de caminantes de todo el mundo.
Las rutas que conducen a Santiago son muchas, una aventura que todos los peregrinos a medida que avanzan por los caminos, solos o acompañados, tienen que experimentar para llegar a una única meta: Santiago de Compostela.
El Camino de la Costa o Camino del Norte es una de las rutas más antiguas de peregrinación a Santiago de Compostela. Conforme avanzó la Reconquista y los terrenos del sur recuperaron la paz, el Camino del Norte cedió poco a poco protagonismo. Durante siglos apenas fue utilizada por los peregrinos, sin embargo, el auge del caminar a Santiago le ha devuelto su estatus como ruta y comienza a ser de nuevo muy popular. La distancia que recorre es la segunda más larga, por detrás de la Vía de la Plata. Es cierto que requiere más exigencia que otras, pero sin duda, es la que mejor vistas ofrece.
El Camino del Norte recorre desde Irún la costa cantábrica hasta Ribadeo, a la entrada de Galicia, donde el itinerario se desvía al suroeste en dirección a Compostela. Buena parte transcurre por zonas turísticas, y combina tramos urbanizados con otros de gran belleza natural. Se atraviesa en su primer tramo el litoral guipuzcoano, desde la desembocadura del Bidasoa hasta el límite con Bizkaia, caracterizado por un gran desnivel. Las zonas abruptas desaparecen en cuanto nos adentramos en Bizkaia a través de Markina-Xemein y conocemos los rincones de las comarcas vizcaínas de Lea-Artibai y Busturialdea hasta llegar a los encantadores parajes de las Encartaciones. Se necesitan poco más de 5 semanas para recorrer todo el camino hasta llegar a Santiago. Los últimos 100kms del recorrido te llevarán desde la ciudad comercial de Vilalba hasta la histórica ciudad de Santiago de Compostela. Desde Oviedo puedes continuar tu viaje uniéndote al Camino Primitivo.
Hacer el Camino de Santiago supone adentrarse en una aventura apasionante e inolvidable. Casi todos los que han tenido la ocasión de vivir esta experiencia no dudarían en volver a repetirla, independientemente de las razones que les hayan motivado. Va más allá de la naturaleza, la historia, la cultura y el deporte, es un viaje al interior de uno mismo que satisface inquietudes religiosas, espirituales, o de reto personal.