Considerado por derecho propio, uno de los mejores del mundo en su especialidad, su último trabajo fue el número de septiembre de Vogue UK coordinado por Meghan Markle. Las rejas del muelle de Batería, en el puerto de A Coruña, se han abierto a la ciudadanía desde hace unos meses, pero ahora lo hacen con una figurada alfombra roja… de contenedores negros. Porque este amplio recinto acoge el montaje de la exposición de Peter Lindbergh, el fotógrafo que revolucionó el mundo de la moda introducir el blanco y negro e imágenes diferentes de súpermodelos.
Peter Lindbergh (nacido como Peter Brodbeck; Leszno, 23 de noviembre 1944-3 de septiembre de 2019) fue un fotógrafo de moda alemán, también conocido como el fotógrafo de las estrellas, ha sido uno de los mayores precursores de la fotografía de moda, y ha establecido los cánones fotográficos de moda tal y como hoy en día los conocemos. Nacido y criado en la Polonia ocupada, Lindbergh tocó el terreno laboral por primera vez como escaparatista para KARSTADT y HORTEN.
Una vez cumplió 18, eligió Suiza durante 10 meses, y de ahí se trasladó a Berlín, donde comenzó sus estudios de arte. No fue hasta los 30 cuando se sumergió de lleno en el mundo de la fotografía. Su particular visión en blanco y negro, de la mano de las modelos más afamadas, consolidaron una carrera legendaria, medios como Vogue, respaldaron un talento en auge, que, acompañado de Penélope Cruz, Kate Moss, Salma Hayek, Cindy Crawford o Claudia Schiffer, creaban una leyenda que se retroalimentaba delante y detrás del objetivo.
«Considerado pionero en su arte, supo redefinir la fotografía de moda contemporánea y sus estándares de belleza sublimando a las mujeres de todas las edades», son palabras que ha transmitido su estudio, que se mantiene vivo gracias a la escuela que dejó, conocido por no querer retocar sus imágenes en exceso.
Impulsor de carreras, por derecho propio, lograba una intimidad con las mujeres que retrataba. Naomi, fetiche de su cámara y altiva declarada, no tiene problema en afirmar que Lindbergh daba vida los maniquís, convirtiéndolas en damas de sociedad, la influencia que logró en los años 90, estaba por delante de cualquier dictamen que tratase de imponerse. Linda Evangelista es otra de las que según sus palabras jamás hubiese rozado el olimpo de no ser por él, confiaba tanto que no tuvo problema en despedirse de su melena, según Lindbergh, ese giro impulsaría su despegue, y así fue.
Amante de la belleza de la mujer y firme defensor del realismo fotográfico, Lindbergh afirmaba que «El fotógrafo debe contribuir a definir la imagen de la mujer y el hombre en su tiempo, y reflejar una determinada realidad, tanto social como humana», se puede decir más alto pero no más claro, pero mejor que cualquier palabra, si hay algo de lo que puede presumir es que sus fotografías hablan por sí solas. Hasta el 31 de marzo puedes visitar la exposición y volotea tiene conexión directa con fantasticos precios.