On the street, hombres con barba
Por Ángel Robles
Escribiendo el último post sobre el street style bilbaíno me di cuenta que casi todos los hombres que he retratado en la ciudad llevan barba. Admito que la proporción de barbudos en mis fotos quizá no sea tan fiel a la realidad dada mi predilección por ellas pero lo que no se puede negar es que esta tendencia ha ganado multitud de adeptos en los últimos años.
La fórmula de barba espesa = hipster, que estaba en el imaginario colectivo hace un tiempo, ya ha quedado en el olvido. Las barbas han ido ganándose a pulso su lugar en hombres de todas las edades y estilos posibles por lo que generalizar ya no es una opción. Es lógico que esto haya sucedido así, prácticamente todo son ventajas: es necesario poco mantenimiento, oculta las imperfecciones de la piel (por algo dicen que es el maquillaje masculino) y (se supone que está científicamente probado) resultamos más atractivos con ella.
Ha crecido todo un mundo alrededor de los barbudos: webs especializadas, productos específicos para su cuidado, cada temporada salen nuevas tendencias de corte y estilismo, las barberías no dejan de crecer… Aunque la mayoría de tendencias (por el momento) se acaban quedando en las revistas, a pie de calle cada hombre y cada barba son un mundo.
En Italia, durante la feria Pitti Immagine Uomo o en la Milan Men’s Fashion Week es bastante habitual ver al típico dandy italiano, con la barba perfectamente recortada y sus trajes (más o menos clásicos) impolutos, mientras que en París ocurre todo lo contrario, un estilo mucho más desenfadado, informal y casual, aunque no por ello menos pensado.
La barba se ha convertido en un complemento de moda más, indiferentemente del estilo que se tenga. Consigue aportar ese punto aún más desenfadado en hombres con un estilo atrevido, ecléctico y poco convencional; en hombres con un estilo casual y algo mínimal, con ropa básica de tonos neutros, les inyecta descaro, y más aún si asoman tatuajes a la vista; en los que tienen estilo retro, hace sus estilismos aún más especiales y característicos; en los hombres más bohemios es una forma de demostrar su espíritu libre y, en los más sobrios y elegantes, la barba les quita algo de seriedad y actualiza su conjunto. En definitiva, ¿todo ventajas, no?
Las imágenes de este post están captadas fuera de Bilbao, aunque si queréis ver bilbaínos con ellas, de momento, me remito al anterior post. Digo por el momento porque, como ya he confesado, tengo cierta debilidad estilística por las barbas, por lo que estoy preparando un proyecto en el que estas serán el hilo conductor: 100 retratos de los hombres con barba más destacados de Bilbao. Por ahora está en preparación así que ya aprovecho… ¿se os ocurren bilbaínos para el proyecto?
Texto y fotografía: Ángel Robles