BUDAPEST
Descubre con nosotros Budapest, una de las grandes ciudades del Danubio y una de las ciudades más bellas y con más historia de todo el centro y este de Europa.
Se trata de un destino poco conocido en nuestro país, pero de gran interés turístico y una de las capitales europeas más recomendables para pasar un fin de semana.
Sin duda, el Danubio es el gran protagonista de la ciudad. Parte en dos a Budapest Buda y Pest, convirtiéndole en la capital de las dos ciudades. Buda, la parte oeste, histórica, señorial, es donde se encuentran todos los edificios medievales y barrocos, el Palacio Real (Castillo Buda) y la ciudadela; Pest, la parte este, es más moderna, más activa y es donde se encuentra la zona financiera, las oficinas, los bancos, las tiendas, el aeropuerto y el Parlamento.
La mejor manera de descubrir la ciudad es perderse por sus calles y toparse con lugares tan asombrosos como la Avenida Andrassy, la Iglesia de San Matías, la Basílica de San Esteban, la Isla Margarita y el Barrio Judío.
De noche, una buena opción para contemplar y experimentar la ciudad de distinta manera es el crucero por el río Danubio, donde podréis disfrutar de una maravillosa cena escuchando la mejor música en directo.
Budapest cuenta con el Mercado Central, un hermoso mercado de tres plantas construido en 1894, que alberga todo tipo de aromas y productos típicos, como la páprika, la miel, y la carne. ¡El sitio perfecto para comer! ( abierto de lunes a sábado de 6:00 a 18:00, excepto los sábados que cierra a las 14:00).
Otra peculiaridad de la ciudad es que también es conocida como la Ciudad de los Balnearios, y es que la ciudad dispone de 118 manantiales, tanto naturales como artificiales, desde los que cada día brotan más de 70 millones de litros de agua. Si os gustan los balnearios, os aconsejamos los 5 que no os podéis perder: el Balneario Gellért , el Balneario Széchenyi , los Baños Rudas , los Baños Király y por último los Baños Lukacs.
Por el efecto de los afloramientos de las aguas termales se han ido formando bajo la capital húngara unas 200 cuevas. La mayoría de estas cuevas fueron descubiertas durante el siglo XX durante la construcción de nuevos edificios y algunas pueden ser visitadas por el público como: el Laberinto del Castillo de Buda en donde encontraréis manantiales, columnas, pinturas rupestres, e innumerables sorpresas, todo ello alumbrado por lámparas de aceite; Y las cuevas Pálvölgyi, destinada para los amantes de la aventura.
Y para los amantes de la historia, os recomendamos una de las visitas más espectaculares, el museo Hospital de la Roca. El Hospital de la Roca se llama así porque se encuentra bajo tierra y, a lo largo de casi diez kilómetros de cuevas interconectadas y sótanos por debajo del Castillo de Buda, podréis conocer la historia de este hospital de urgencias y bunker nuclear, creado a raíz de la II Guerra Mundial y que se convertiría en museo abierto al público a partir del año 2008. El interior del búnker es una emocionante y absorbente mezcla de historia moderna, medicina, guerra nuclear, nazis, armamento …
Acabamos con el Pálinka, la bebida tradicional de Hungría. Es una bebida con un alto grado de alcohol, unos 40º o 50º, así que ¡Imaginaos! Un aguardiente como lo conocemos en España, pero hecho a base de frutas de todo tipo. El origen de la bebida data del siglo XIV, y hoy en día se sigue consumiendo, aún siendo tan fuerte lo veréis en cualquier tienda de souvenirs o a pie de calle. ¡No podréis iros de la ciudad, sin probar el Orujo Húngaro!